Ten cuidado con lo que deseas. Un divorcio puede ser la puerta a tu libertad o la peor de tus pesadillas.John y Mary tienen dos hijos pequeños y un matrimonio en crisis. Mary ha tomado una decisión: quiere el divorcio. John accede pero deja una cosa clara: el divorcio es cosa de Mary, no de él. Ella tendrá que encargarse de los trámites, él se queda con la casa. A partir de ese momento, absolutamente nada sale como Mary había planeado: sus sueños de libertad se reducen a noches a solas en un minúsculo apartamento. Mientras John se recupera, conoce a otra mujer y disfruta del afecto de los niños, Mary -quien había aprendido a vivir por y para la aprobación de los otros- trata de afianzar su independencia cambiando de rumbo en su carrera laboral, sin éxito; busca recuperar su creatividad, pero se queda por el camino; intenta conseguir una casa más grande para acabar viviendo al fin en un apartamento de su madre; tiene una aventura con un compañero de la oficina y se acaba metiendo en problemas… No le quedará otra que reevaluar sus elecciones para descubrir si, en su intento por huir de una vida convenc