Justo cuando la teniente Karen Blecker se pregunta de nuevo si los inviernos serán siempre así de fríos y monocordes en el cuartel de San Lorenzo de El Escorial, aparece el cuerpo de una monja que no pertenece a ninguna de las congregaciones de la zona. Con la ayuda del reticente brigada Cano, Blecker comenzará a ahondar en el pasado de sor Lucía.